En noches de Luna Azul…

Luna azul

El 31 de julio, seremos testigos de un curioso evento astronómico, una luna azul.   Aunque a decir verdad, no les puedo pronosticar que realmente llegue a adquirir esa tonalidad.

Si bien algunas veces podemos ver que la luna se presenta con diferentes colores, especialmente amarillo o rojo durante los eclipses lunares, lo que hoy día se conoce como luna azul, no tiene nada que ver con la tonalidad de nuestro hermoso satélite natural.

El término “luna azul”, según Philip Hiscock, folklorista de la Memorial University of Newfoundland, Canadá, se remonta al año 1824, y desde entonces ha sido usado como sinónimo de algo excepcional o extremadamente raro.

Como evento astronómico, era definido durante los años de 1932 a 1957 por el Maine Farmer´s Almanac (Calendario de Agricultores de Maine), como “la tercera luna llena de una estación que tenía cuatro lunas llenas”, sugiriendo que si una de las cuatro estaciones (invierno, primavera, verano y otoño) presentaba cuatro lunas llenas en lugar de las tres (una por cada mes, como es normal), la tercera de esas cuatro lunas debería ser llamada Luna Azul.

Puesto que el año se divide en cuatro estaciones de 91-92 días, como existen aproximadamente 29,5 días entre cada luna llena, puede ocurrir que ocasionalmente se presenten cuatro lunas llenas en una misma estación.

Esta definición bastante compleja, hizo que en 1946, el astrónomo aficionado James Hugh Pruett, al escribir un artículo en la revista Sky & Telescope, mal interpretara la definición original y la pasara a definir como “la segunda luna llena en un mismo mes”, este error fue cometido nuevamente en 1980 durante la transmisión de una programa llamado “Stardate” perteneciente a una famosa agrupación radiofónica, y luego en 1981, cuando los creadores del juego de mesa Trivial Pursuit, basándose en el citado artículo de 1946, decidieron incluir este término en el juego y así fue como al igual que ha sucedido en muchas otras ocasiones a lo largo de la historia y en otros ámbitos, un error pasa a ser aceptado como definición oficialmente aceptada, pese a los esfuerzos de Hiscock y el astrónomo Donal W. Olson que ayudaron a que en 1999 la revista aclarara el error cometido en 1946.

Aunque se trata de un fenómeno curioso no es tan infrecuente como podríamos creer, se estima que ocurre cada 2,66 años; e incluso puede suceder en más de una ocasión en un mismo año, como ocurrirá en 2018, cuando lo veremos en dos ocasiones, primero en Enero y después en Marzo, tal como ocurrió en 1999 cuando tuvimos otro año de dos lunas azules. La explicación a este fenómeno la descubrió un astrónomo griego, Metón de Atenas, que en el año 440 a.C, observó que 235 meses lunares equivalían casi exactamente a 19 años solares.

Ahora que sabemos cómo surgió tan curioso nombre nos preguntamos ¿es posible ver a la luna de color azul?. La respuesta es sí. Cuando ha habido un incendio forestal o una erupción volcánica que halla arrojado suficiente cantidad de humo o cenizas en la alta atmósfera, estas partículas pueden hacer que la luna adquiera una tonalidad azulada; tal y como ocurrió en 1950 cuando debido a un incendio forestal en Canadá la luna se vio azul en el este de Norteamérica; o cuando en 1991 la erupción del Monte Pinatubo hizo que desde varios puntos del planeta pudiera verse la luna e incluso el Sol de un enigmático color azul.

Así que ya lo saben, las lunas azules existen y son más frecuentes de lo que suponíamos.

Que disfruten de una exquisita luna, pero esta vez de queso azul.[1] ; )

[1] Que la Luna es de queso, se remonta a una fábula del siglo XVI, en donde una persona de mente sencilla al ver la Luna reflejada en un estanque cree que se trata de una ruedo de queso recién hecha.