Desde 1990, los científicos han observado más de dos décadas de rápido calentamiento global, y por lo tanto esperaban que esta tendencia continuara, pero a pesar de el incesante incremento en la emisión de gases de efecto invernadero, la temperatura de la superficie terrestre ha permanecido casi igual en los últimos 15 años.
En un estudio publicado esta semana en la revista Nature Geoscience, un grupo de científicos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), junto otros colegas de varios lugares de Estados Unidos, reportan que las erupciones volcánicas han contribuido a este reciente enfriamiento, y que la mayoría de los modelos climáticos no han tomado en cuenta los efectos de la actividad volcánica de forma correcta.
Como lo explica Susan Solomon, profesora de Química Atmosférica y Ciencias Climáticas en el MIT; existen muchos componentes en el sistema climático terrestre que pueden incrementar o disminuir la temperatura del planeta. Por ejemplo, mientras los gases de efecto invernadero causan en calentamiento, un tipo de pequeñas partículas conocidas como aerosoles, producen el enfriamiento. Cuando los volcanes hacen erupción con suficiente intensidad, aumentan estos aerosoles, en un fenómeno conocido como “presión volcánica”.
Los investigadores han verificado el fenómeno de enfriamiento al ejecutar dos tipos de mediciones diferentes para determinar si las recientes erupciones volcánicas han producido un efecto refrigerante que pueda ser diferenciado de la variabilidad climática intrínseca. Al medir las contribuciones volcánicas y las temperaturas de la tropósfera (la capa más baja de la atmósfera), el equipo halló que existe una fuerte relación entre los aerosoles volcánicos y la cantidad de luz reflejada por esas partículas en la superficie de la atmósfera.
Con la ayuda de observaciones satelitales se ha confirmado que las partículas volcánicas reflejaron una cantidad significante de energía solar al espacio lo que contribuye a un descenso en la temperatura.
Como apunta Alan Robock, profesor de ciencias medioambientales de la Universidad de Rutgers y experto en el estudio del impacto de las erupciones volcánicas en el clima, este estudio será de ayuda para cuantificar el impacto de las futuras erupciones volcánicas, y a la vez interpretar mejor el papel de los humanos en el cambio climático.