Científicos estadounidenses escuchan por primera vez el eco de Big Bang

Ondas gravitacionales

Según se ha confirmado  en una rueda de presa ofrecida por el Centro Harvard-Smithsonian para la Astrofísica.

 Ondas gravitacionales primigenias, el santo grial de la cosmología

Las ondas gravitacionales primigenias, son el eco del Big Bang por el cual nació el Universo hace 13 800 millones de años.  Son la única predicción de la Teoría de la Relatividad General de Albert Einstein que aún no se había podido demostrar.  Se trata de unas minúsculas ondas en el tejido del universo que llevan energía a través del espacio, similares a las olas que cruzan el océano.

El descubrimiento de estas ondas podrá ofrecer a los científicos un primer vistazo de cómo fue creado el Universo, su descubrimiento supone un hito para la ciencia, por lo que evidencia convincente de su existencia podría llevar a ganar un premio Nobel.

Según la teoría, las ondas gravitacionales primigenias, nos dirán sobre el primer infinitesimal momento de la historia del universo.

Teoría del Inflación

Los cosmólogos creen que a los 10 /-34  segundos (un punto decimal, seguido de 33 ceros y un uno) después del Big Bang, el universo comenzó a expandirse rápidamente.   A esto se le conoce como Teoría de la Inflación, y ha sido ideada para explicar porqué el universo es extraordinariamente uniforme,  y las ondas gravitacionales primigenias constituyen la prueba más cercana que podríamos tener de que esto sucedió.  Los cosmólogos creen que sólo la inflación pudo amplificar las ondas gravitacionales primigenias en señales detectables.

Ondas gravitacionales primordiales

Ondas gravitacionales primordiales

Estas ondas  nos dirán lo que sucedió cuando el universo sólo tenía 10/-34 segundos de existencia.  Pero el extraer estas señales es una tarea tremendamente complicada, las microondas que las  transportan deben cruzar todo el universo antes de llegar a la Tierra, y durante ese viaje son distorsionadas por los cúmulos de galaxias con los que se encuentran.

Según el astrónomo Duncan Hanson, de la Universidad de McGill en Montreal, Cadaná, es como mirar al universo a través de una burbuja de vidrio, primero debe eliminarse de forma convincente toda esa distorsión.

El telescopio BICEP, escanea el cielo en búsqueda de la radiación cósmica de fondo, la energía remanente del Big Bang.

El telescopio BICEP, escanea el cielo en búsqueda de la radiación cósmica de fondo, la energía remanente del Big Bang.

La señal de estas elusivas ondas, fue descubierta usando un telescopio especializado llamado Bicep2 por sus siglas en inglés (Background Imaging of Comisc Extragalactic Polarization) algo así como Imágenes del fondo de polarización extragaláctica cósmica; localizado en el polo sur.  Este telescopio escanea el cielo en busca de frecuencias de microondas, de donde recoger la energía fósil del Big Bang.  Por décadas los astrónomos han pensado que la marca de las ondas gravitacionales primigenias podrían estar impresas en esta radiación.

La confirmación de este fascinante descubrimiento acaba de hacerse pública hace un momento.

ACTUALIZACIÓN A 1 DE FEBRERO DE 2014:  Las ondas gravitacionales primigenias, resultaron ser polvo de nuestra propia galaxia.